27 de marzo de 2021
Dentro se escucha la nada, retorciéndose en los recodos de las venas. Apenas avanza al ritmo pausado y casi imperceptible de un tambor lejano. Hace frío, mucho frío. Fuera, tirados por el suelo, se confunden unos con otros los trajes de vidas anteriores: esa camisa hawaiana que parece abrazarse a un traje azul diplomático, conforma la metáfora de la contradicción humana.
—¿Alguien sabe qué se va a llevar en esta temporada?
—Eclecticismo y contraste, querido.
—Entonces será mejor que no haga limpieza en mi armario. Los pantalones de pitillo no han muerto, pero tal vez necesiten compañía, aunque sigo sin gustarme.