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Rebobinando el casete (12+1)
Geografía de desolación Ya no recuerdo si la escuché primero en la cabecera de «Documentos TV» o en la película de Wim Wenders. Lo único que tengo claro es que, desde esa primera vez, me quedé fascinado con aquella melodía que parecía encerrar, en apenas dos compases, toda la tristeza y toda la soledad del […]
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Rebobinando el casete (11)
Un continuo goteo Cada vez que me dispongo a escribir esta columna, me pregunto por qué la edad me lleva a rebobinar los viejos éxitos de mi vida una y otra vez. Aparte de lo abrumador que resulta ponerse a bucear en el océano del «streaming» nuevos «hits» a los que engancharnos, siquiera entre las […]
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Rebobinando el casete (10)
El ángel de la historia Estando el mundo como está, más resquebrajado y roto que nunca, supurando una vez más por una de sus grietas más infames, por una herida abierta a lo largo de 41 kilómetros y que, por de pronto, y de no taponarse de una vez por todas, se va a tragar […]
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Rebobinando el casete (9)
Caso perdido Hubo un momento en que creí que te habías rendido. Lo veía en la expresión de tus ojos que me tenían descolocado. Porque bastaba que me acercara a ti, sobre todo si no me esperabas, como cuando te cogía por la espalda y tu cuerpo se volvía plastilina, amoldándose a mi boceto de […]
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Rebobinando el casete (8)
Todas las ciudades Quien no iba más allá de la simple apariencia, la creía un trasunto de la niña del exorcista o de la chica de la curva. A ello contribuían los hilos de araña que azuleaban las inmediaciones de sus ojos de lechuza merodeadora de ambientes. Solía llevarlos abiertos siempre hasta la hipérbole, en […]
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Rebobinando el casete (7)
El cielo de Madrid Miro a través de mi ventana madrileña en esta tarde del domingo 3 de septiembre del 2023, y me viene a la cabeza una canción que escuchaba de adolescente en mi pueblo de Jaén: «piel de terciopelo… me aburre el cielo de Madrid…» Mientras voy tarareando su melodía, una vez que […]
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Rebobinando el casete (6)
¿Qué hay de nuevo viejo? «What’s up, Doc?»— decía el conejo de la suerte, que así lo bautizó la censura franquista, alérgica como era a los anglicismos. Y eso mismo es lo que yo me he preguntado nada más despertarme esta mañana: ¿qué hay de nuevo, viejo?… Y solo un eco enorme, ensordecedor, puede contestar […]