28 de octubre de 2020.

Esta temporada, ni los patos son tan torpes, ni los conejos tan listos. Sé que afirmo esto desde esa pachorra socarrona que me ofrece mi atalaya de triste y sentimental, pero reconózcase en mis palabras, no solo la afilada arista de la ironía y esa especie de dejadez impostada que exaspera a tantos. Al fin y al cabo, este perro andaluz os ha demostrado tener retranca; os he visto esbozar una leve, casi imperceptible mueca que, tal vez, podría parecerse a una sonrisa. Queridas y queridos: cuidaos mucho.