Querido lector: las entradas que te vas a encontrar en mi blog bajo este título son fruto de las reflexiones diarias que he ido escribiendo cada mañana durante el confinamiento en el muro de mi Facebook. Siempre las acompaño además de una canción que por lo general sirve —nunca mejor dicho— de pretexto a lo que escribo.
19 de mayo de 2020

No es lo mismo las cosas que van y vienen, que las cosas de ida y vuelta. Las modas, lo insustancial y, hasta el malhumor, van y vienen o vienen y van. Sin embargo, lo que de una u otra manera nos marcó en algún momento: esa canción, ese encuentro, ese beso… dejó su huella invisible, cuya lectura solo le parece estar permitida a los mecanismos de la memoria; esos asombrosos artilugios encargados de activar el prodigio de los recuerdos en un continuo de sensaciones de ida y vuelta.
¡Oh, maravilloso carrusel que nos remueve una y otra vez las entrañas hasta que vomitamos vida!