Querido lector: las entradas que te vas a encontrar en mi blog bajo este título son fruto de las reflexiones diarias que he ido escribiendo cada mañana durante el confinamiento en el muro de mi Facebook. Siempre las acompaño además de una canción que por lo general sirve —nunca mejor dicho— de pretexto a lo que escribo.
4 de abril de 2020

Por mi ventana pasan los días con su extraña y ondulante fluidez; como un río de cifras que bascula oscilando en su meandro de gráficos y estadísticas. Mientras no caiga cerca, nadie quiere poner cara, ni siquiera cuerpo, mucho menos nombre a unos datos fríos que suceden, transcurren y se alejan con su caudal sombrío. Solo un ruido amortiguado y sordo se me queda dudando un instante. Al final de la tarde, con los aplausos, se diluye el molesto tapón de cerúmen y miedo: «vamos, tienes que aguantar».
…You got to come on up
You got to hold on
Hey, you got to hold on…