13 de septiembre de 2020.

Cuando al fin amanece, la luz no solo se hace para mí; también entonces se ve todo el destrozo que he ocasionado.
Reconozco que no sé cómo me las compongo para atraer al rayo cuando hay tormenta, o para ser ese montón de yesca siempre a punto de arder junto a lo nuestro.
Y puede que lleves razón, que debiera hacerme acompañar de un cartel disuasorio con una calavera pintada, en el que dijera: «peligro: material altamente inflamable».