¿Qué hay de nuevo, viejo? (43)

2 de agosto de 2020

Un vals, una polca, un bolero… qué más da si conseguimos describir la estela perfecta: el ocho tumbado del infinito. Qué más da que mis pasos sean torpes al principio; tarde o temprano terminaré por cogerle el tranquillo. Seguro que a ti también te ocurre, que estés donde estés, hagas lo que hagas, de repente, suena nuestra melodía y el mundo se para; o todo lo contrario: la vida se ajusta al ritmo de esta danza eterna cuyos pasos algún día aprenderé. Y si no, solo tengo que dejarme llevar por ti, por tu sentido del ritmo, por tu elegancia y, sobre todo, por tu amplia y sincera sonrisa, mientras bailamos esta historia «senza fine».

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

A %d blogueros les gusta esto: