18 de septiembre de 2020.

Ser un descreído del amor; minusvalorar su poder, negar sus efectos, rechazarlo… Puede que a simple vista esa sea la impresión de ciertos movimientos expresados a través de las palabras, cuando en realidad resulta todo lo contrario. O es que, ¿puede haber mayor acto de amor que un empecinado intento por contar la historia de los apartados, de los nadie, de los ninguneados?… ¿puede expresarse de mejor manera el cariño que se le tiene a quienes nos precedieron, a quienes nos dieron en obras y en sangre buena parte de nuestra identidad?… No sé, a mí me produce cierta esperanza saber que aún luchamos por estas cosas que nos pueden salvar como individuos y como colectivo.