¿Qué hay de nuevo, viejo? (46)

5 de agosto de 2020

 Algunos días cuesta tanto continuar. No sé si por el lastre de lo vivido sin conciencia —toneladas de momentos malgastados inútilmente en agradar a quien no merecía la pena—; puede que, por el barro acumulado de los sueños sin cumplir. Esos días, como hoy, que te sientes inútil e impotente, sentado en una inmensa y aséptica sala de espera en la que solo estás tú, sin saber si tu turno llegará dentro de un minuto, o mañana, o dentro de tres años, o tal vez nunca… Esos días que, de repente, sientes la imperante necesidad de hacer una piara con toda la farfolla que acumulas en los cajones; esos días en los que respirar se vuelve un hecho fútil y totalmente innecesario.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

A %d blogueros les gusta esto: