24 de julio de 2020

Habríamos estado horas y horas oscilando en la secuencia de acordes de «Down by the river»: primero tú, atacando el punteo con esa seguridad de guitarra solista avezado en mil batallas; después llegaría mi turno, el heterodoxo autodidacta que no sabe tocar, pero que en un momento de inspiración es capaz de ponerle música al mismísimo arcoiris.
Habríamos interrumpido luego la canción, alertados por la algarabía de un grupo de jóvenes que esta noche habrían salido a jugárselo todo a la ruleta rusa: «¿contagiaré a mi madre, contagiaré a mi abuela?…
Sin embargo, tú y yo, ya con los dedos doloridos y las muñecas a punto de estallar, no podríamos dejar de escucharlos y admirarlos: «young Jones and old Young».