21 de julio de 2020

Andando que es gerundio, que ya lo decían los Creedence —siempre he odiado llamarlos la Creedance, aunque para gustos colores—. Pero voy al asunto: yo, que siempre he sido un niño-viejo —algo que, por cierto, viste más ahora de mayor que cuando era pequeño, porque entonces era simplemente un niño repelente— he amenizado mi eterna abulia con memorables bandas sonoras, y este disco es una de ellas. Las casualidades de la vida que hacen que te pegues de morros con el «Cosmo´s factory» a los catorce años.
Pues qué decir, que el «Ramble tamble» nos viene que ni pintado para ilustrar la hipoteca sobre la hipoteca sobre la hipoteca —por mucha ayuda a fondo perdido que haya, la mitad de lo obtenido son simple y llanamente créditos— que anoche firmó nuestro presidente Sánchez en Bruselas. Hablando de «países frugales»: ¡hay que ver qué indigestos son estos tulipanes!