Querido lector: las entradas que te vas a encontrar en mi blog bajo este título son fruto de las reflexiones diarias que he ido escribiendo cada mañana durante el confinamiento en el muro de mi Facebook. Siempre las acompaño además de una canción que por lo general sirve —nunca mejor dicho— de pretexto a lo que escribo.
24 de marzo de 2020
Hoy no estoy para nada ni para nadie; ni siquiera para mí. Hoy me resulta grosero pronunciar una sola palabra; da igual el tema. Y cuando estoy así, suelo coger mi guitarra y cantar esta canción de Antonio Vega que tanto me reconforta. Mañana será otro día.
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